miércoles, 3 de noviembre de 2010

ACUEDUCTO ALBARRACÍN-CELLA.




Tiene una longitud de 18 km. Es una obra portentosa de ingeniería hidraúlica, pues, supuso cavar una parte de ese canal en la roca, pudiéndose visitar en la actualidad algunos de esos tramos gracias a su restauración.
Una hipótesis de su construcción se basa en la leyenda de Zaida. En ella dos pretendientes enamorados de la misma mujer, la princesa Zaida, realizan cada uno una importante obra hidráulica para complacer al padre y que éste entregue la mano de su hija al ganador. Finalmente, mueren asesinados los dos pretendientes y Zaida, la joven princesa, muere de pena al enterarse de lo ocurrido.
Este acueducto dejo de utilizarse cuando en el siglo XII se construye la fuente de Cella, que está considerada como el mayor pozo artesiano de Europa y que abastece, a través de tres canales, a siete poblaciones. El pozo tiene un perímetro de 130 metros en forma de elipse. Además, el caudal de ingreso puede llegar, según la temporada, a 3500 litros por segundo.
En esta localidad encontramos una leyenda que trata acerca del momento en el que comenzaron a aflorar las aguas de dicha fuente: En tiempos del Rey Don Alfonso un joven marido parte a la guerra dejando sola a su bella esposa apenada por su marcha. Un viejo pudiente de la localidad, enamorado de la joven, quería hacerla su esposa y ante la negativa de ésta acabó con la vida de la joven arrojándola contra unas rocas. Cuando su marido regresó y vio lo que había sucedido, hizo justicia poniendo fin a la vida del asesinado de su esposa. El lugar donde ocurrieron los hechos pasó a estar maldito por lo que los vecinos del pueblo decidieron construir un templo para acabar con esta maldición, pero las piedras que se ponían por el día eran derribadas por la noche. Un día pasó un peregrino por la localidad y al oír lo ocurrido propuso que sólo el agua bendita acabaría con esta maldición. Los vecinos hicieron caso al peregrino y llamaron al párroco que se acercó a bendecir el lugar. Por la noche mientras todos descansaban, el alma errante del viejo comenzó a vagar y en ese momento cayó un rayo que devolvió el alma al abismo del que nunca debió haber salido. En el mismo lugar donde cayó el rayo, comenzó a brotar agua, donde hoy se ubica la fuente de Cella. 
CARMEN, MARTA Y ALBA. 

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