Como cuentan antiguas leyendas, en tiempos remotos las villas eran levantadas en el mismo lugar en el que se abatía a un animal perseguido. En el lugar donde se acababa con la vida del animal se construía un santuario y a su alrededor se edificaba la villa. En este caso se cuenta que cierta noche, un toro se detuvo bajo una estrella llamada Actuel, en el lugar que hoy ocupa la plaza del Torico y comenzó a bramar insistentemente.
Los caballeros, tras abatirlo decidieron construir allí su villa.
Llegado el momento de asignarle el nombre, acordaron tomar las tres primeras letras de la palabra toro “tor” y juntarlas con las tres últimas de la estrella “uel”, obteniendo así el nombre de TORUEL.
SERGIO, SARA Y ESTHER
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