La fábrica azucarera de Santa Eulalia fue construida en 1910 con capital privado de origen catalán. Su primer año de funcionamiento (1911) apenas molturó 488 toneladas de Beta vulgaris, mientras que durante los años coincidentes con la I Guerra Mundial alcanzó la mayor producción.
Su ubicación no fue al azar: se buscó un municipio que se encontrase geográficamente en el centro de toda el área fluvial de los ríos Jiloca, Guadalaviar y Alfambra. También era un lugar idóneo porque se instaló junto a la estación del Central de Aragón, lo que facilitaba el movimiento de mercancías (acarreo de la remolacha, los fertilizantes o el carbón que consumía la fábrica).
La fábrica se ponía en marcha en noviembre de cada año favoreciendo el descenso del paro obrero; era uno de los gremios mejor pagados. Estos trabajadores crearon dos organizaciones (1931) : el Sindicato Nacional Azucarero y Alcoholero, de filiación socialista (UGT) y ámbito estatal, que a finales de 1931 contaba con 330 afiliados, y la Sociedad de Trabajadores de la Tierra, de ideología anarcosindicalista (CNT), que en 1936 contaba con 260 socios.
La escasa renovación tecnológica, los excedentes en la producción de azúcar y los precios elevados, junto a otros factores, provocaron el cierre de la fábrica en el año 1985, lo que supuso un duro golpe para la economía de los habitantes de los pueblos de la Comunidad de Teruel.
Alba, Marta y Carmen.
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